El Rincón de Pensar
- Susana (unamamaenamorada)
- 10 sept 2016
- 3 Min. de lectura
Una gran parte de la gente piensa en el RINCÓN DE PENSAR como un rincón donde se "castiga" al niñ@ para que "piense" en lo "mal" que se ha portado.
Pensar, según la RAE, es:
1. Formar o combinar ideas o juicios en la mente.
2. Examinar mentalmente algo con atención para formar un juicio.
3. Opinar algo acerca de una persona o cosa.
4. Tener la intención de hacer algo.
5. Formar en la mente un juicio u opinión sobre algo.
6. Recordar o traer a la mente algo o a alguien.
7. Tener en consideración algo o a alguien al actuar.
Un rincón de pensar, a mi modo de ver, es un lugar donde desarrollar la mente, el intelecto.

[Este vinilo lo podemos encontrar en http://www.chispum.com/]
Siguiendo con el tema del post aDOSlescencia, cuando una criatura tiene una rabieta y le decimos que "cuando esté más tranquila le podremos escuchar", hemos de asegurarnos de que sabe estar tranquila, que tiene formas de tranquilizarse.
Para ello se puede crear un RINCÓN DE RELAX, en el que en momentos de CALMA pueda ofrecernos la oportunidad de aprender a respirar, de mirar un cuento de emociones para empezar a poner nombre a aquello que nos sucede; y así, cuando exista el momento de tensión, el niño/a pueda ir si quiere, acompañado o no por nosotros (según necesite), a relajarse.
Por otra parte, las típicas expresiones "deja de llorar" y similares, no muestran empatía ni ayudarán al niño o a la niña a gestionar su rabia. El llanto es la vía de escape, y nosotros como adultos, hemos de ser capaces de entender por qué está llorando, cuál es su motivo, qué le produce esa rabia. Y deberíamos hacerlo sin juzgar. De esta manera podremos ayudarle desde el respeto, y propiciar un clima donde la rabieta se produzca cada vez con menos frecuencia.
Hemos de recordar que nosotros somos su objeto de admiración. Ellos seguirán nuestros ejemplos, aprenderán de ellos. Si les tratamos con respeto, no necesitarán rebelarse.
Expresiones como: "jolin, ya estamos, a ver, ¿qué te pasa?"/"qué mal te estás portando"/"¿y ahora qué tienes?"/"siempre igual, estoy harta". No sólo no ayudan, sino que implican etiquetar y además son irrespetuosas, ninguneando y despreciando sus sentimientos.
Este tipo de expresiones tratan la rabieta como una característica del pequeñ@, y no como una situación particular o puntual.
Quizás si tiene tantas rabietas, es porque hay algo que no estamos gestionando bien, que deberíamos replantearnos. Quizás en vez de ver el defecto en el niñ@, debamos analizar primero el defecto en nuestra actuación.
Pues de eso se trata la educación. De intentar explotar al máximo su potencial, entendiéndole y ofreciéndole un buen modelo. ¿Y eso cómo se consigue? Pues APRENDIENDO DE NUESTROS ERRORES, olvidándonos de la filosofía que piensa que "como somos los padres, mandamos y no nos equivocamos". Sí, sí nos equivocamos, y darnos cuenta nos ofrece la posibilidad de mejorar. La humildad de reconocerlo ya es un buen ejemplo para nuestros hijos/as.
Pero todo esto no es fácil, y más si hemos tenido una educación autoritaria, donde sin querer, el comportamiento del niño o niña se acababa considerando como una característica intrínseca. Así que pienso que para ello, debemos trabajar nosotros primero. Trabajar nuestros propios juicios y tópicos, que nos impiden muchas veces entender y empatizar con los demás. Y sobretodo perdonarnos. Perdonar las meteduras de pata.
Reflexionando sobre todo esto para intentar comprender a mi hija y darle lo que ella necesite, he visto necesario crear un RINCÓN DE RELAX, DE PENSAR... UN RINCÓN POSITIVO que ofrezca una vía de escape casera y sencilla donde podamos poner orden a lo que nos pase, gestionar las emociones negativas, donde podamos dialogar.
¡A ver si funciona y cómo evoluciona!

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