Reemprendemos
- Susana (unamamaenamorada)
- 29 abr 2016
- 2 Min. de lectura
Después de tres meses sin las férulas ortopédicas de sus piernas ("dafos"), por fin YA LAS TENEMOS.
Actualmente Emme debe llevar una bota en la pierna derecha y la base de la bota, estilo plantilla, en el pie izquierdo.
Pero como siempre nos han dado una de cal y otra de arena.
BUENA NOTICIA: tenemos las férulas. Han pasado tres meses, pero las tenemos.
MALA NOTICIA: debido a la prolongación del tiempo sin ellas, ha adquirido un mal patrón de la marcha.
La impotencia es fuerte. A pesar de toda mi lucha personal, ha pasado lo que ya sabía: Emme ha hecho un retroceso.
Es una pena que una criatura tan pequeña en la que las diferencias en su crecimiento mes a mes son tan grandes, no haya recibido una atención más urgente. Ahora hay que volver a luchar pero por revertir las consecuencias de la dejadez ajena.
Por suerte, la nueva médico rehabilitadora ha visto este retroceso y aunque inicialmente simplemente quería reforzar la marcha desde la fisioterapia del CDIAP, hemos conseguido una asistencia domiciliaria.
Pero he tenido que ser insistente:
1. En el CDIAP no realizan un trabajo específico sino uno global. Emme necesita el específico a la par que el global en este momento.
2. Aunque el CDIAP no nos ofrece más de una sesión (cantidad insuficiente para el gran trabajo que debemos realizar), tampoco podríamos asistir a ellas debido a que no podemos dejar de trabajar.
Y lo hemos conseguido, un fisioterapeuta viene a trabajar la marcha TODOS los días.
¿Por dónde empezamos?
- Estimular contínuamente la planta del pie para ganar sensibilidad, para que la mueva y pueda poner el pie en ángulo de 90º o menos respecto a su pierna.
- Estirar contínuamente. Estiramientos y más estiramientos del pie y la pierna para alargar los ligamentos y fomentar su elasticidad.
- Estirar hacia abajo el pie, poniéndolo más equino, tensionando y creando una resistencia para que los reflejos de su musculatura reaccionen y busquen la dirección contraria.
(Cuando un músculo se contrae, su antagonista se relaja; y cuando se extiende un músculo actúa el reflejo miotático, que provoca la contracción refleja del mismo).
- Estimular el músculo extensor de su pierna para que levante los dedos de los pies hacia arriba, movimiento que debe realizarse en la marcha, y que no lo realiza por su hemiparesia.
¿Cómo lo podemos estimular?
- Haciendo cosquillitas.
- Dando toquecitos con hielo o con algo frío.
- Dando masajes.
- Inventándonos juegos (animo a la imaginación de cada uno/a).
¿Cuándo lo llevamos a cabo?
SIEMPRE: mientras lee, mientras dibuja, mientras come, mientras mira la tv (si la mira), mientras jugamos, en la bañera con agua caliente, mientras damos masaje con la crema, cuando duerme (si podemos ir a dormir más tarde que ella o levantarnos algo antes, y ella tiene sueño profundo, claro...).
Nuestro fisioterapeuta dice que las conexiones que se han perdido entre cerebro y músculos pueden compararse a un campo de césped. Si yo paso una vez por el campo, no dejo huella. Si paso diez veces, tampoco. Pero si paso cien veces empezaré a dejar huella.
En cambio, si dejo de pasar, la huella volverá a borrarse porque crecerá la hierba.
¿Por lo tanto? CONSTANCIA Y PERSISTENCIA. No hay que relajarse JAMÁS.

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