¿Qué esperar...?
- Susana (unamamaenamorada)
- 15 sept 2015
- 2 Min. de lectura
HOY ES UN DÍA DE CELEBRACIÓN EN MI CASA: Emme ha empezado a dar sus primeros pasitos sin cogerse sola. Llevaba todo el fin de semana levantándose e intentando mantener el equilibrio sin agarrarse. Daba gusto ver su cara de alegría mientras lo hacía, como si estuviera montada en una atracción.
Y por fin se ha empezado a lanzar.
Hace un mes y medio dudaba de que pudiera llegar este momento. Es más, hace un mes nos dieron la noticia ya esperada de que había que poner dafo (y digo esperada porque esa pierna y ese pie estrella se están deformando más cada día que pasa), pero a la vez fue una noticia triste porque no solamente tiene una extremidad inferior afectada, tiene las dos, una por la lesión y la otra para compensar la mala posición y por la sobrecarga. Esto significa que los dafos se le pondrán en ambas piernas.
A esto se le llama un jarro de agua fría. Es una de las noticias que no esperas en este camino nada fácil que es la hemiparesia.
Sin embargo, Emme ha vuelto a dar otros pasos más. Y esta vez hemos reaccionado de verdad: EMME EMPIEZA A CAMINAR. Estamos aquí. No es una ilusión como cuando le poníamos los manguitos en la piscina y daba algún pasito con ayuda. Esta vez es de verdad.
Todo el recorrido hasta este día ha pasado por mi mente, y una gran emoción agridulce ha recorrido mi estómago. ¿Quién lo iba a decir cuando miraba a mi frágil bebé en aquella incubadora?
Realmente ha sido sorprendente. Pero todavía no podemos cantar victoria. Todavía falta muchísimo camino por delante, y hay mucho trabajo que hacer. Además, los esperados y a la vez temibles dafos jugarán un gran papel en todo esto.
En fin...
Todos estos sentimientos enfrentados que yo exteriorizo en estos posts son similares en todos los padres y madres que enfrentamos a la hemiparesia. Sentimientos que únicamente podemos sentir nosotros, los que la padecemos de puertas para dentro y que nadie más, aunque se acerquen, entiende de la misma manera. Porque como siempre he dicho, la vida me ha enseñado que las cosas, hasta que no se viven nunca se acaban de entender.
Para el resto, todo son anécdotas. Pero luego, como es normal, siguen con su vida mientras nosotros seguimos con nuestra lucha diaria.
Aunque con logros como los conseguidos hoy, la lucha merece muchísimo la pena.
Un abrazo a todas aquellas madres y padres que como nosotros, luchan por darles la máxima autonomía y salud a sus hijos con alguna parte estrella en su cuerpo.

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