Iniciamos la terapia restrictiva

Pues finalmente hemos empezado de manera formal y seria la TERAPIA RESTRICTIVA.

Primero de todo me gustaría hacer una reflexión acerca del día a día en el uso de las extremidades. En Emme, como supongo que pasa con el resto de niños y niñas con hemiparesia, a pesar del gran trabajo realizado y en nuestro caso, la gran integración de su brazo y mano estrella, el patrón de retracción de estos sigue existiendo. La tendencia a olvidarse de que existe esa parte de su cuerpo es cada vez menos, pero todavía existe. Y el problema de olvidarse que existe su campo visual derecho también sigue estando ahí a la mínima que bajamos la guardia, aunque actualmente gracias al trabajo, sólo de manera ocasional y no de manera continuada como al principio.

Para poner un ejemplo, cuando era un bebé sólo hacía caso a aquello que aparecía en su campo visual izquierdo. Si la poníamos en la cama y cada uno se ponía a un lado, el que esta a en su lado derecho era como si no existiera. Y así con los objetos.

Actualmente, todavía hay veces que para coger un objeto que tiene justo a su derecha, gira 350º hacia su izquierda para llegar a él. El trabajo que realizamos en este sentido es frenarla y obligarla a coger el objeto girándose a la derecha, así como incentivar que coja objetos hacia ese lado, trabajando de paso la obertura de su pierna (que tiene tendencia a ponerla hacia dentro).

Pero volviendo a la terapia restrictiva, nos ha ayudado a comprobar que efectivamente los movimientos "antinaturales" que realiza con la mano y el brazo afectado, son en realidad resultado de la búsqueda de equilibrio y del comportamiento adaptativo, es decir, la resolución de las situaciones de movimiento e interacción con el entorno adaptadas a su condición.

La terapia restrictiva le da un espacio en el que está obligada a utilizar la mano parésica como dominante y por tanto le obliga a experimentar, a utilizar el ensayo y error con ella y por tanto a ganar en propiocepción, quedándose con las sensaciones y ganando consciencia de su propio cuerpo, así como aumentando el repertorio de movimientos que puede realizar con esa mano.

La otra mano, por su parte, realiza en algunos momentos esos movimientos que tanto llamaban la atención en la mano y brazo afectados, demostrando que no son, sino reflejos de equilibrio.

El PROCEDIMIENTO es: vendamos la mano no afectada poniendo el pulgar hacia dentro pero dejando libre el movimiento de muñeca. Y realizamos actividades tanto de juego libre como de juego con finalidad intencionada, y también trabajamos el desplazamiento.

Lo realizamos dos veces al día durante media hora (una hora al dóia en total) y durante todo el mes de julio. Luego valoraremos, descansaremos un mes y nos plantearemos si continuar o dejar pasar un periodo más largo.

Antes de empezar realizasmos unos ejercicios y se gravaron para, en acabar el mes, realizar los mismos ejercicios y valorar si ha habido mejora.

¿ASPECTOS NEGATIVOS?

Cuando le sacamos la venda de la mano, durante un rato sigue mantiendo la mano en la posición que tenía con la venda: el pulgar hacia dentro y los dedos semicerrados en forma de puño. Esto nos preocupa un poco, por eso no recomendaríamos nunca utilizar esta terapia más de dos horas al día y durante más de dos meses, ya que creemos que sería prejudicial para el desarrollo del brazo no parésico.

¿ASPECTOS POSITIVOS?

Al finalizar el período que nos hemos marcado os contaré resultados y mi valoración.

¡Muchos ánimos a tod@s!