La sinaptogénesis y la apoptosis
- Susana (unamamaenamorada)
- 3 jul 2015
- 3 Min. de lectura
El ciclo de la vida es siempre el mismo: nacer, crecer, reproducirse y morir.
En el caso de las neuronas hay poca excepción. Su nacimiento se produce a partir de células madre del Sistema Nervioso de manera estratégica: primero hay una neurogénesis excesiva y luego hay una batalla en la que las neuronas compiten entre ellas por llegar a sus células diana y obtener las neurotrofinas que necesitan y que las células diana producen en cantidades limitadas.
Las neuronas que no lo consiguen mueren, eliminándose así "lo supérfluo".
A este suceso se le llama apoptosis o muerte celular programada, y se estima que tiene una tasa de entre el 25% y el 75% de las poblaciones iniciales.
Esto ocurre durante el último periodo prenatal y en el periodo postnatal temprano.
Ligándolo con Emme, es el periodo perinatal, donde ella sufrió el infarto cerebral que le dejaría la cicatriz en el encéfalo.
Por otra parte, hay un periodo de formación de sinapsis: sinaptogénesis que es considerado como otro factor implicado en la supervivencia neuronal del SNC. Comienza muy pronto en el desarrollo y se produce por zonas, habiendo una gran sobreproducción al principio y una posterior eliminación que produce un remodelado y una reorganización de los contactos; aunque el mayor número se forma durante el periodo postnatal.
Esto me hace reflexionar... si el periodo postnatal es todavía una época en la que el número de neuronas es muy elevado, así como la cantidad de sinapsis, el haber padecido el infarto durante este momento lo convertiría en una ventaja respecto a padecerlo en épocas posteriores.
¿Por qué? Porque el ictus provoca una muerte celular NO programada, pero las neuronas todavía se están reestructurando, por lo que debido a una disminución forzada de sinapsis, el número de neuronas que necesitarán pasar por este periodo de eliminación se reducirá, de manera que la situación podría compensarse. Evidentemente este equilibrio no es completo porque ha quedado la zona "muerta" en el cerebro (la cicatriz), que impedirá un flujo rápido en el recorrido de la información.
A todo esto, me quedaba una duda/preocupación acerca de las posibilidades de supervivencia de las neuronas próximas a la cicatriz. Concretamente, mi preocupación era si se podía producir una "erosión" progresiva causada por la muerte de las neuronas próximas al no poder establecer sinapsis.
Pero por lo visto el cuerpo es muy sabio y muy competente: cuando se produce una lesión, intervienen los astrocitos (células gliales que desempeñan un papel fundamental para mantener a las neuronas en las condiciones óptimas que aseguren su adecuado funcionamiento y supervivencia).
Estos astrocitos sufren una activación rápida y un aumento del tamaño, y se dirigen a la zona lesionada para limpiar los desechos (por fagocitosis) y proliferar (gliosis reactiva) para ocupar los espacios vacíos formando un entramado de astrocitos (cicatriz).
Pero no se acaba aquí, se ha descubierto que desempeñan un papel restaurador liberando diversos factores de crecimiento que activan la regeneración de las partes dañadas de las neuronas.
Así pues, los pronósticos de futuro son esperanzadores: la estimulación temprana que provoca el establecimiento de contactos sinápticos, el sabio funcionamiento del sistema neuroendocrino e inmunológico, y los avances de la ciencia en el terreno de las células madre, hacen que quizás algún día Emme o niñ@s como ella puedan ya no solamente llevar una vida normal, sino ¿quién sabe? CURARSE.
Muchos ánimos a todos los padres y madres.

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