¿Podemos ayudar a aumentar el Coeficiente Intelectual de nuestros hij@s?

Las especies de animales siguen varias estrategias evolutivas:

esán los de la selección r (rate), que tienen muchos descendientes pero estos requieren pocos cuidados y son autónomos desde que nacen, que además tienen una esperanza de vida más corta por lo que necesitan tener descendencia rápidamente y requieren poca plasticidad neuronal.

Y por otra parte están los de la selección k (carrying capacity), que tienen menos crías pero estas necesitan de grandes inversiones de recursos y cuidados, tienen un desarrollo del Sistema Nervioso más lento pero con fuerte desarrollo neuronal debido a su capacidad de aprendizaje.

Los seres humanos estamos en este último grupo.

Además somos especies homeotermas, es decir, que regulamos nuestra temperatura corporal (los poiquilotermos como los reptiles requieren de energías externas, por ejemplo el sol, para calentar su cuerpo). Sin embargo,nacemos con una capacidad termorreguladora mermada y necesitamos que nuestros progenitores mantengan nuestra temperatura constante. Los cuidados parentales son fundamentales para nosotros.

Relacionado con todo esto, una persona adulta tiene un gasto energético encefálico del 16-20% de la tasa metabólica basal, mientras que el cerebro del recién nacido ¡gasta un 60%! ¿Esto qué significa? que durante las etapas postnatales, el SN todavía está en formación.

En las mujeres esto supone un gran coste energético , ya que la lactancia puede suponer una mayor ingesta de comida de una dieta normal (que por supuesto debe ser de calidad), Y la composición nutricional de la leche materna influye de manera muy decisiva en el adecuado desarrollo del SN.

Los estudios demuestran que la media del CI de los bebés criados con leche materna supera en 10 puntos a la media de los criados con leche artificial.

Da que pensar.

Últimamente he oído ya varias veces de varias madres una frase como "mi hijo no se crió con leche materna y oye, está sanísimo". Pues bueno, no se trata ya sólo de las defensas, sino del desarrollo de su sistema nervioso.

Otros estudios han demostrado que los ambientes empobrecidos pueden hacer que el CI de un niño o niña no sea tan alto, y viceversa, que un ambiente rico en estímulos de calidad aumenta el CI al crear mayor cantidad de sinapsis.

Por tanto, está en nuestras manos como madres y padres sacar el máximo potencial de nuestros hijos.